Vaciado gástrico lento: Cómo cuidar a su hijo
(Delayed Gastric Emptying: How to Care for Your Child)
Cuando hay un vaciado gástrico lento, los alimentos permanecen en el estómago durante más tiempo del debido. Los medicamentos y los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a su hijo a sentirse mejor.


Cuando la digestión es normal, los músculos del estómago se contraen (presionan) para descomponer los alimentos y hacerlos pasar al intestino delgado. El estómago suele hacer pasar aproximadamente el 90% de los alimentos que comemos hacia el intestino delgado dentro de un lapso de 4 horas. En los niños que padecen vaciado gástrico lento, o gastroparesia, los músculos del estómago no se contraen fuertemente y los alimentos permanecen más tiempo en el estómago. Un niño puede sentirse lleno después de comer tan solo un poco de comida; perder peso; tener hinchazón, náuseas o vómitos.
El vaciado gástrico lento puede aparecer solo, después de una infección o como un efecto secundario de algunos medicamentos. Es común en los pacientes con diabetes (una enfermedad que afecta la manera en la que el organismo utiliza una azúcar llamada "glucosa") y otras afecciones.
El profesional del cuidado de la salud conversó con usted y su hijo, y le hizo un examen físico. Es posible que el profesional del cuidado de la salud haya observado el interior del estómago con una pequeña cámara y una luz (endoscopio). Quizás le hayan hecho estudios para ver cuán rápido pasan los alimentos a través del estómago. Para realizar estos estudios, su hijo debe comer un alimento especial. Después, los profesionales del cuidado de la salud pueden tomar imágenes del interior del cuerpo a medida que los alimentos pasan por el estómago y van hacia los intestinos. A veces, se realizan análisis de sangre para ayudar a los profesionales del cuidado de la salud a comprender qué está provocando los síntomas.
Los cambios en el estilo de vida y los medicamentos pueden ayudar a aliviar los síntomas. Si su hijo tiene otra afección médica, como diabetes, el control adecuado también puede ayudar a mejorar la digestión del niño.

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Dele a su hijo los medicamentos recetados según las indicaciones del profesional del cuidado de la salud.
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Si el profesional del cuidado de la salud le recomendó suplementos minerales o de vitaminas, déselos a su hijo tal como se lo haya indicado.
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Siga las sugerencias del profesional del cuidado de la salud respecto de la dieta de su hijo. Entre ellas se pueden incluir:
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Ofrecer al niño al menos seis comidas pequeñas a lo largo del día, en lugar de tres comidas abundantes.
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Limitar el consumo de alimentos fritos o con alto contenido de grasa.
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Ofrecerle batidos o frutas y verduras cocidas en lugar de frutas y verduras crudas, que pueden ser más difíciles de digerir.
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Reducir los alimentos con alto contenido de fibra, que pueden empeorar los síntomas.
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Ofrecerle a su hijo alimentos blandos y que se digieran fácilmente, como sopas, papas al horno o pisadas, arroz, fideos y pollo o pescado asado.
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Evite las gaseosas y otras bebidas carbonatadas.
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Después de comer, su hijo debería esperar al menos dos horas para recostarse. Quedarse sentado, parado o salir a caminar pueden ser de ayuda para la digestión.

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El profesional del cuidado de la salud puede derivar a su hijo a un nutricionista, quien seguramente ayudará a su hijo a identificar los alimentos sanos, que son más fáciles de digerir.
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Programe las citas de seguimiento según las indicaciones que haya recibido.

Su hijo:

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