Cortarse y otros tipos de autolesiones: Cómo cuidar a su hijo adolescente
(Cutting and Other Types of Self-Injury: How to Care for Your Teen)
Cortarse es un tipo de autolesión en el que una persona utiliza objetos afilados para cortarse los brazos, las piernas, el abdomen y otras partes del cuerpo. Existen otros tipos comunes de autolesiones, como quemarse, hacerse moretones y rasguñarse. Normalmente, los adolescentes que se autolesionan no lo hacen para poner fin a sus vidas sino como respuesta a emociones intensas que pueden ser difíciles de manejar.
Con la ayuda de un profesional del cuidado de la salud mental (como un psicólogo o consejero), el adolescente puede romper el hábito de autolesionarse. Pero requerirá tiempo, energía y su apoyo.

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Obtenga ayuda de un terapeuta. Programe citas regulares con un terapeuta u otro profesional del cuidado de la salud conductual para su hijo adolescente. El terapeuta puede enseñarle a su hijo maneras sanas de enfrentar los sentimientos fuertes. Los terapeutas también querrán reunirse con usted y con otros miembros de la familia para indicarles cómo darle apoyo a su hijo adolescente. Esto puede ayudar a reducir el estrés en el hogar y ayudar a los miembros de la familia a controlar sus propios sentimientos.
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Hable con su hijo adolescente sobre formas de afrontar la necesidad de autolesionarse. Sugiérale que las escriban o las guarden en su teléfono en caso de necesitarlas como recordatorio. Entre las formas de afrontar la necesidad de autolesionarse se encuentran las siguientes:
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escuchar música, salir a caminar o abrazar a una mascota
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hablar con amigos o miembros de la familia
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escribir en un diario o leer secciones del diario escritos anteriormente para ver qué le ayudó a no autolesionarse en el pasado.
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Hable sobre la regla de los 15 minutos. Cuando su hijo adolescente tenga ganas de autolesionarse, la regla de los 15 minutos puede ayudar a que esta necesidad pase. Para poner en práctica esta regla, su hijo adolescente debe hacer lo siguiente:
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Programar un temporizador en 15 minutos.
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Durante estos 15 minutos: Utilizar las habilidades de afrontamiento que escribieron o pusieron en el teléfono.
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Después de haber pasado 15 minutos: Hablar con un amigo, un miembro de la familia o escribir en el diario cómo se siente. (¿Todavía tiene ganas de autolesionarse? ¿El impulso ha disminuido o incluso ha desaparecido?)
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Afrontamiento general. Para ayudar a su hijo adolescente con el estado de ánimo y su bienestar general, pídale que haga lo siguiente:
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Seguir una dieta equilibrada.
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Dormir entre 8 y 10 horas todas las noches.
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Hacer suficiente actividad física todos los días (caminar, practicar un deporte o hacer algo que lo mantenga en movimiento).
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Pasar tiempo al aire libre, en contacto con la naturaleza, de ser posible.
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Dedicar tiempo a relajarse.
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Practicar yoga o meditación.
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Pasar tiempo con personas optimistas que se preocupen por él.
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Escribir en un diario acerca de los buenos sentimientos que tiene o de las cosas por las que está agradecido. Leer el diario más adelante puede ayudarlo a recordar los aspectos positivos de su vida.
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Preste atención. Pregúntele a su hijo sobre sus amistades y su uso de las redes sociales. Si bien estas pueden ser excelentes fuentes de apoyo, a veces los adolescentes se animan entre sí a autolesionarse.
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Ofrezca apoyo. Dígale a su hijo adolescente que lo apoya. Si su hijo quiere hablar sobre sus sentimientos, escúchelo con calma y ofrézcale tranquilidad. Pregúntele si hay algo que pueda hacer usted para ayudarlo. Si no está dispuesto a hablar con usted sobre su autolesión, no hay problema. Vuelve a intentarlo en otro momento.
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Mantenga una actitud positiva. Incluso si su hijo adolescente no quiere hablar con usted sobre sus sentimientos, trate de conectarse de manera positiva, como hablar sobre cosas que le interesan y hacer juntos actividades que disfruten.
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Tenga paciencia. Romper con el hábito de autolesionarse lleva tiempo. No castigue ni regañe a su hijo adolescente. El castigo o el regaño no ayudará a su hijo a dejar el hábito y aumentará su estrés.

Su hijo adolescente:
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continúa cortándose o haciendo otro tipo de autolesión.
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muestra señales de advertencia de estar pensando en el suicidio, como las siguientes:
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hablar o escribir acerca del suicidio o la muerte
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hablar sobre sentimientos de desesperanza
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dar a entender que tal vez no le quede mucho tiempo
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regalar cosas importantes
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asumir riesgos innecesarios (beber alcohol, consumir drogas, manejar a gran velocidad)

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El corte o la herida es grande, profundo o sangra mucho.
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La zona alrededor del corte o la herida se siente con temperatura, está inflamada, con dolor o con rayas rojas.
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Le preocupa que su hijo adolescente pueda intentar suicidarse (terminar con su vida) o su hijo ha hablado sobre planes específicos para suicidarse.
Usted o su hijo adolescente pueden llamar o enviar un mensaje de texto a la Línea nacional de prevención del suicidio al 988.

¿Por qué algunas personas se autolesionan? Los adolescentes que se autolesionan generalmente están bajo mucho estrés y luchan por controlarlo. Usan el daño físico de las autolesiones para distraerse del dolor emocional. Esto crea una breve sensación de alivio. La autolesión puede convertirse en un hábito difícil de dejar.
Puede obtener más información sobre cortes y autolesiones y su hijo adolescente puede encontrar apoyo en línea en Self-Injury Outreach and Support (sioutreach.org).
¿En qué se diferencia la autolesión de un intento de suicidio? Los adolescentes que se cortan o se autolesionan por lo general no desean morir. Quieren vivir, pero con menos dolor emocional. Pero alguien que se autolesiona también puede tener pensamientos suicidas, por lo que es importante tomar en serio la autolesión.